Cuando le preguntan al célebre escritor estadounidense William Burroughs, qué opina acerca de los conflictos políticos, responde -a mi juicio- con la mejor analogía política hasta ahora concebida:
«Los conflictos políticos son simples manifestaciones superficiales. De surgir estos conflictos, ten por seguro que ciertos poderes pretenderán prolongarlos bajo su control, pues ellos esperan beneficiarse de la situación. Preocuparse por los conflictos políticos superficiales es cometer el error del toro en el cuadrilátero, al cargar contra la capa. Para ello existen las políticas, para mostrarte la capa. Así como el torero le enseña al toro, le enseña a seguir, a obedecer la capa.»
Más tarde agregaría que este mecanismo no podría durar mucho más, mucha gente, decía él, está despertando. Cincuenta años después de estas palabras, seguimos cargando, cuernos a la cabeza, contra la capa del torero. Y lo único que se logra escuchar es el olé, olé, olé.
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